Sos muy progre, bro
sobre Hulka, superheroínas, incels y ¿Hulk es verde porque está a favor del aborto?
Una Propuesta de Marcos Krivocapich: Sos muy progre, bro
Me encanta la serie de She-Hulk. Todavía no terminó de salir (de hecho, escribo sin haber visto aún el capítulo de esta semana), pero sentí la necesidad de hablar de esto. Lo que sí, va a ser largo. Lxs pongo un toque en contexto:
Es 2003, quienes nacimos en el 96 teníamos 7 años y Ang Lee estrenó Hulk, con Eric Bana en el rol de Bruce Banner, nuestro Doctor Jeckyll del siglo XX (XXI). Un par de años después (no muchos, pero sin duda un par), los miembros de generación la veríamos y probablemente quedaríamos espantados, al menos asustados, por el tono sórdido de la película, algún que otro elemento del cómic de horror que intentaba emular el filme y los perros gigantes con ojos rojos que querían comerse al chabon de verde. Pero bueno, así se da la entrada a la pantalla grande del personaje de Hulk.
¿Quién carajo es Hulk?
Hulk es la expresión de la ira del Dr. Bruce Banner, especialista en rayos gamma, quien luego de quedar expuesto por accidente a una cantidad de rayos gamma mortal para cualquier otro ser humano, le brindó la capacidad (o maldición) de convertirse, cada vez que pierde los estribos, en una mole gigante y verde súper fuerte, invulnerable e inmortal.
Me parece bien aclarar que solo voy a mencionar a los tres Hulk que hicieron aparición en el cine (Eric Bana, Edward Norton, Mark Ruffalo), aunque también está el de la televisión El Increíble Hulk (1977-1982), pero de ese no habló porque no lo vi.
A la película de Ang Lee le fue más o menos (por no decir mal), muchos videos en Youtube preguntándose si es buena o es mala, yo la verdad que hace al menos una década que no la veo, así que *emoji de hombros levantados*.
Ahora bien, adelantamos 5 años, es junio de 2008:
Ya pasaron dos meses desde el estreno de Iron Man (2008), un éxito inesperado por parte de Marvel Studios quienes, bajo la dirección del todopoderoso Kevin Feige, habían tomado la decisión de, primero, empezar a producir películas de los personajes medio pelo de Marvel de los que todavía tenían derechos (para este momento, los grandes nombres eran propiedad de otras empresas, Spiderman de Sony, los X Men y Los 4 Fantásticos de Fox), y segundo, empezar (lentamente) a hilvanar la películas que fueran saliendo con la incipiente idea de generar un universo interconectado de películas de superhéroes, tal cual sucede en los cómics.
Así que en junio de 2008 estrena la que vendría a ser la segunda película (¡segunda! a 2022 vamos por 23 películas y 13 series) del MCU.
[Velocísimo excurso: ¿qué es el MCU? Son las siglas en inglés para Universo Cinematográfico de Marvel. En la primera entrega de estas cosas que venimos haciendo (“venimos”, dice el soliloquista drogado) les hablé de la idea de continuidad, o sea, la línea narrativa que engloba a un universo de ficción que puede existir disgregado en diferentes productos. El MCU es la continuidad de las películas y series de Marvel propiedad de Disney estrenadas desde 2008 en adelante.]
The Incredible Hulk (2008) es una buena película. Edward Norton es un buen Bruce Banner, Tim Roth es una buena Abominación, Liv Tyler es una buena Betty Ross, William Hurt es un gran General Ross. Todos miembros del canon hulkesco, todo en orden. A todo esto se le suma que es la segunda película del MCU, la segunda película con una escena post créditos. En la película de Iron Man (2008), aparece Samuel L. Jackson como Nick Fury y le dice a Robert Downey Jr. (Tony Stark): “Vamos a tener una banda y se va a llamar Los Vengadores”. En la de Hulk, aparece Tony Stark y le dice a William Hurt (General Ross): “Vamos a tener una banda y se va a llamar Los Vengadores”.
Después de esto vendrá la peli de Thor, la segunda de Iron Man, la de Capitán América y la de Los Vengadores (2012).
Ahora bien: ¿qué pasó en el medio? ¿por qué no hubo una segunda película de Hulk antes de la de Los Vengadores si Iron Man sí tuvo y ambas películas salieron al mismo tiempo? ¿Cuándo voy a hablar de She-Hulk (o como más me gusta decirle: Hulka)?
¡Bueno!
La principal cuestión, como siempre, es material. Marvel Studios tiene el derecho de explotación de la imagen de Hulk, pero no el de distribución de las películas, que lo tiene Universal Studios. Es decir, Marvel podría hacer otra película de Hulk solito, pero si a Universal no le gusta, se la van a tener que meter por donde no les da la luz (la nariz). Entonces Marvel decidió empezar a utilizar a Hulk solamente en películas grupales. Así que, después de un veloz recasteo (Edward Norton pasó a ser Mark Ruffalo luego de que Edward Norton fuera un pesado imbancable como cuenta la mayoría de la gente que trabajó con él, pero pasa que es muy del método, yo lo respeto, dejenlo en paz - pero sí, diferente actor, mismo personaje, misma historia), Hulk aparece en Los Vengadores (2012) y así seguirá apareciendo en películas de otros, como Iron Man 3 (2013), Los Vengadores: la Era de Ultrón (2015), Thor: Ragnarok (2017), Vengadores 3 y 4 (2018-2019) y Shang-Chi (2021).
Y acá un punto importantísimo antes de entrar con She-Hulk: estamos hablando de un personaje que a lo largo de catorce años desarrolló un arco narrativo solo a través de películas de otros. Y esto ha llevado a que el personaje termine siendo nerfeado. ¿Qué es nerfear? Básicamente, quitarle habilidades o volver más débil, más gil, más bobote, a personajes que no lo son. Por eso es que casi no vamos a hablar del Hulk de los cómics, porque no tiene casi nada que ver con el Hulk de las películas. Sí, en base comparten lo mismo, pero son personajes con arcos y volúmenes muy diferentes. La última solución en el UCM para terminar por nerfear y domesticar a Hulk fue implementar algo que pasa en los cómics, pero con otro nombre, y otra lógica de funcionamiento: Hulk pasó a ser Smart Hulk, una versión más inteligente y menos violenta, con menos fuerza, pero más control, que el Hulk original.
Cuando hablamos del Hulk de los cómics, estamos hablando de un personaje mentalmente destruido por los abusos de su padre y los sucesivos intentos de suicidio imposibilitados por su existencia como Hulk, un personaje con la mente fragmentada en varias personalidades (entre las que está este tipo de Hulk inteligente, más otros Hulks y otras versiones de la personalidad de Bruce Banner), que basicamente descubrimos hace poco en los comics tiene un portal dentro de su propia mente a la dimensión donde habita aquel que está por encima de todo, que ha decidido tomar el cuerpo del padre de Hulk (que habita en su mente) como recipiente para destruir el cosmos. En los cómics, Hulk es un personaje capaz de destruir el universo. En las películas… no.
Y ahora, en medio de este caos de nerfeo, dificultades de derechos, recasteos y etcétera, aparece la serie de She-Hulk (o como me gusta decirle, Hulka). Hulka es un personajazo en los cómics: Jennifer Walters (la prima de Bruce Banner/Hulk) tiene un altercado con unos mafiosos, la cagan a tiros, para salvarla Bruce Banner/Hulk le hace una transfusión de sangre porque no conseguían donantes, la sangre de Jennifer Walters se llena de rayos gamma y pim pam pum, tiene los mismos poderes que el primo.
Jennifer Walters es, a su vez, abogada, por lo que las historias del personaje no sólo tienen conflictos sci fi o high fantasy, sino que también incluyen dramas legales, lo que la vuelven un personaje anómalo dentro del panteón principal de las historias de Marvel. Y aquí llegamos a la serie de Hulka, que estrenó en Disney+ el 18 de agosto de 2022 y a la que al día de hoy todavía le faltan 3 capítulos para terminar. Pero aún sin haber terminado, los comentaristas de Youtube y Twitter ya la han definido como un fracaso estrepitoso. Ahora bien, como dije al empezar, a mí me encanta la serie. Superhéroes, dramas legales, buenos cameos, chistes no tan malos (la serie es +14, lo que habilita menos chistes boludos, o igual de boludos pero con una vueltita más interesante), el personaje principal rompe la cuarta pared _no tan mal_, buen lore de Hulk, buen lore en general (lore=universo mítico de un producto) y ni en pedo de los peores productos de Marvel. De hecho, y en esto acuerdan tanto detractores como defensores, la cuestión con la serie de She Hulk es que es un producto diferente. ¿Diferente en qué sentido?
Bueno: desde hace al menos 3 años, Marvel Studios le viene metiendo full rosca a sus personajes femeninos. Avengers de 2012 contaba con un panteón de seis héroes, cinco hombres y una mujer. Para Avengers 3 y 4, seguíamos con una preponderancia masculina, pero con un número ya mayor de superheroínas.
Al día de hoy se le han sumado ya unos cuatro ó cinco personajes femeninos (más o menos, no hice bien la cuenta) entre las que cuenta Hulka, Kate Bishop en la serie Hawkeye (2021, muy buena), o Florence Pugh como la nueva Viuda Negra en la peli de la Viuda Negra (2021, muy mala), y otros personajes femeninos que incluyen rasgos geopolíticos, como el Escarabajo Escarlata, la primera superheroína egipcia introducida en la serie de Moon Knight (2022, meh), o la adolescente descendiente de pakistanis que te explica la partición de India en Ms. Marvel (2022, meh) o la pronta a venir superheroína israelí en la próxima película del Capitán América (leí en twitter que su archienemigo iba a ser un niño palestino de cinco años y me causó mucha gracia), o, profundizando aun más en una campaña de _inclusión_, la todavía menos pronta serie Ironheart, que ya se sabe casteó a los dos primeros personajes trans del MCU.
Es decir, hay un gesto político-ideológico-marketinero-de-género sin duda sucediendo en una de las franquicias más grandes de la historia (si no la más grande), con tendencia a una expansión de personajes femeninos y disidencias. Y, como ya sabemos, esto no se debe necesariamente a que las corporaciones son almas bien intencionadas en búsqueda de la reparación histórica, sino que buscan construir y expandir audiencias. Constantemente. Porque a mayor cantidad de consumidores, mayor margen de ganancia. Pero bueno, la situación que tenemos entre manos es que la audiencia promedio de los productos de Marvel son hombres de entre 18 y 30 años (dato a chequear, pero no me digan que no suena verosímil). ¿Por qué? Porque hace 14 años, cuando salió la primera película de Iron Man, tenía 15 años.
Uno de los mayores problemas demográficos de la audiencia de Marvel es que no consiguen rejuvenecer ni diversificar su audiencia. Y esto termina implicando que productos pensados a una audiencia diferente a la que tienen, termina siendo consumida por gente a la que no fue dirigida, lo que termina generando que productos _no tan malos_ (siempre recordemos “no tan malos”) terminen siendo defenestrados por hordas de haters que arremeten contra la woke culture (que es algo así como la cultura progre yankee), la agenda lgbtq+ y siguen profundizando esta cuestión de la que venimos hablando, por lo menos en nuestro país, hace casi un mes: el lugar de los discursos de odio.
Entonces, ¿qué hace diferente a She Hulk?
Que es un producto al que podríamos llamar “Pensado para mujeres”.
¿Qué significa que un producto esté “pensado para mujeres”?
La verdad que no lo sé, pero porque no trabajo en ninguna agencia de publicidad ni de marketing. Pero como consumidor _en general_, creo que puedo decir que existen productos que sin duda apuntan a ciertas demografías con mayor intensidad. Eso no quiere decir que sean proyectos excluyentes, pero sin duda facilitan el acceso o invitan más a su consumo a ciertos sectores de la sociedad, con miras a profundizar el compromiso con la marca o el producto.
Ya lo dice Pergolini cada vez que aparece en algún medio a hablar: la genialidad de CQC no fue conseguir más puntos de rating, si no saber quiénes eran las personas que veían el programa y generar publicidad producida y dirigida directamente a ese grupo.
Pero como mencionamos en el dato inchequeable de hace un par de párrafos, venderle un producto pensado para mujeres a una audiencia de hombres de entre 18 y 30 años no parece ser la mejor idea.
Cientos (les juro) cientos de videos defenestrando una serie sobre una abogada superheroína verde de dos metros porque “insulta a los hombres”. Uno de los fragmentos que más se han usado para criticar la serie (y acá el carácter nerfeado de Hulk se vuelve evidente y, por tanto, animaría, ¿la emasculación de sus fanáticos?¿Se me permite?) es el siguiente, donde Hulk intenta explicarle a Jen cómo controlar la transformación y que no sea sólo producto de la ira y Jen le demuestra que puede hacerlo sin problema porque (y parafraseo) como mujer se tiene que bancar muchas más cosas que un chabon, y por eso sabe controlar mejor sus emociones.
No sé si defendería el guión de esta serie, pero tampoco defendería el guión de la mejor película del MCU (Infinity War). Porque para grandes guiones vamos a otros productos. Porque es cierto que cuando se baja línea ideológica en cualquier producto mainstream (cualquiera sea la línea, cualquiera sea el producto), la crítica recae en la calidad del contenido. La verdad es que no estoy en contra de la propaganda, y menos si lo que estoy consumiendo es un producto de Disney. Pero aun así, es llamativo cómo series sin duda peores no merecen videos de analistas y comentaristas en Youtube con (y no exagero) hasta 5 millones de reproducciones. Y lo más interesante y cero sorpresivo de todo es que los videos con más críticas son producidos por personalidades cuyos vínculos con la derecha internacional no son sólo rastreables, si no que explícitos. Por ejemplo, tenemos este video sobre el fallo del feminismo en Hollywood:
The failure of feminist Hollywood
Hecho por la misma persona que retuiteó este tuit:
Sin duda se vuelve evidente que hay una representación de los discursos de género y su vínculo con cierta línea ideológica-política-social, lo que también se transfiere a contenidos y productos culturales que, en relación simbiótica, producen pensamiento social y son producidos por el pensamiento social. Sin duda que te guste She Hulk no significa que seas de izquierda, pero que no te guste seguramente señale que sos de derecha (mentira, es un chiste). Pero sí creo que se genera una lógica en ese sentido, sobre todo de parte de los discursos contrarios a la ideología de género, que en consecuencia son discursos contrarios a las libertades y derechos particulares en general (para muestra basta un botón, como la línea que guía a Soledad Acuña y a Horacio Rodríguez Larreta primero prohibiendo el Lenguaje Inclusivo y esta última semana criminalizando la toma de escuelas y denunciando penalmente a los padres).
Hace poco escuché la opinión sobre la serie de She Hulk de un youtuber que no me gusta para nada, pero que señalaba la idea de que She Hulk es una serie pensada para mujeres, y que la televidente mujer promedio, antes de ver She Hulk, prefiere ver Sex and the City de nuevo. No vi Sex and the City (o no vi más que un par de capítulos), pero es una de las series favoritas de mi madre y soy amigo de la Carrie Bradshaw argentina (aka Donna Tefa), así que más o menos me manejo, y entendí a lo que va, y es un poco cierto.
Hace varios años un amigo me dijo “Mirá Girls que vas a entender muchas cosas”, y como varón hetero cis puedo decir que es cierto. Y también puedo entender cómo no es un producto pensando en mí como espectador, pero que lo puedo disfrutar igual. Existe una educación empática por medio de los productos que consumimos, o al menos me gusta pensar eso.
Cuando llego a este punto de los mails, ya ni sé a quién le estoy hablando o de qué. La verdad es que me encantaría que un par de mis amigas vean She Hulk, pero también sé que probablemente se cagarían de embole. O les parecería malísimo. O hasta mal escrito. O feminista de más. O progre de más.
En cierto sentido, creo que She Hulk es una serie “para mujeres” para hombres. No sé si la categoría es clara y lamento mucho el binarismo en el que he caído, pero bueno, por eso hablamos de feminismo corporativo y no cité en ningún momento El género en disputa de Butler. Porque a fin de cuentas es una serie de superhéroes. Y esto es lo que tengo para decir al respecto.
Hasta el mes que viene.